6.2.24

Carita de hilos tejidos y entremezclados


Te encontré muy quieta dentro de una peluquería, mientras una señorita de postín se hacía unos colores a mechas en su pelo. 

Tú… en cambio… estabas colgado en la pared a modo de mirar y no decir nada. ¿Cuántas conversaciones secretas habrás escuchado de refilón? 

Tendemos a contarles nuestras mierdas a todos los que nos tocan los pelos. Los de arriba y los de abajo. 

Para eso nos han creado animales, para seguir creyendo en el poder de los pelos, de las melenas, de los roces de piel contra piel, aunque todo dependa de modas y de tiempos.