25.2.24

José Luis Borges y su relato "Un sueño"


En un desierto lugar del Irán hay una no muy alta torre de piedra, sin puerta ni ventanas. En la única habitación (cuyo piso es de tierra y que tiene la forma de círculo) hay una mesa de madera y un banco. En esa celda circular, un hombre que se parece a mí escribe, en caracteres que no comprendo, un largo poema sobre un hombre que en otra celda circular escribe un poema sobre un hombre que en otra celda circular… 

El proceso no tiene fin y nadie podrá leer lo que los prisioneros escriben.


No podría estar más contenta, de Marisol Aznar y Maria Frisa

He leído el libro de Marisol Aznar y Maria Frisa: "No podría estar más contenta" de Ediciones Pregunta, una obra a dos manos de mujeres, pero escrita para todos, en donde se habla de crecer en años y en experiencia. 

Es un libro muy entretenido, y es como la vida misma de cada una de nosotras o nosotros, por lo menos de la mía, por edad y experiencia. 

Parece que haya escrito yo mi propia vida, los mismos dolores de rodillas, la misma hija adolescente desordenada, los mismos cambios personales. 

El trato con hijos adolescentes y su culpa, hablándole todo el rato de lo que hace mal, sin darte cuenta de que realmente sufrir con esos temas no lleva a ningún sitio. 

Solo se diferencia el libro y mi vida en que ella al final tuvo el valor de mandar todo a la MIERDA, y yo no.  

Muy fácil lectura en sus casi 300 páginas, un buen libro para pasar unos buenos ratos leyendo y a veces viendo tu vida plasmada en unas hojas de otras mujeres.

María Ángeles Ajovín

20.2.24

Apretar mucho es no sujetar bien


No quería que se me escapara de las manos, y lo terminé rompiendo por agarrarlo muy fuerte.

La suavidad es una buena herramienta para obtener buenos resultados.

No por más apretar se sujeta más fuerte el tornillo, depende de muchas otras motivaciones.

El Circo, los padres y los Hermanos Tonetti


Todas las generaciones somos levemente diferentes entre nosotros. Pero tan levemente que con los años nos fusionamos. Si vemos la viñeta del genial Forges vemos que la frases de los niños son totalmente entendibles. Los adultos disfrutamos con aquello que nos hizo disfrutar de niño.

Lo curioso es que el Circo lleva miles de años haciendo disfrutar a las personas. Y sí, es verdad, el circo ha ido evolucionado y ya no matamos a gladiadores o sacamos leones dormidos.

Estos niños cuando sean adultos llevarán al Circo a sus hijos y disfrutarán más que ellos. Es ley de Adaptación. Todos (o casi) creemos que los mejores años de la sociedad son aquellos en los que nosotros éramos jóvenes. 

En realidad son (nos parecen) los mejores, sin duda, pues fue cuando más disfrutamos. Y además de saborearlos, sabemos que ya no volverán. La nostalgia también tiene su punto de actividad melancólica. 

Hoy nos gustaría ir al Circo pero no al actual, pues ese ya lo veos en la televisión. Nos gustaría repito ir al circo para ver a los Hermanos Tonetti, o si eres muy mayor a Pinito de Oro. Pero llevamos a nuestros hijos a ver malabares como en cualquier gran avenida de un ciudad grande. Es la vida.



19.2.24

Pon tu nombre, y nos pegamos. ¿Te apetece?


Parecería de imbéciles, pero tengo miedo, no me vaya a leer la firma y se crea que yo soy de los que hacen caso a su aviso. Lo curioso es que esta frase se repite en varias calles cercanas, es decir, busca con quien pegarse y hace publicidad de ello, repitiendo el mensaje hasta que encuentre contrincante.

¿Estamos bien o ya no hay remedio y la tontuna es imparable?

16.2.24

Feria Nacional del Libro en Madrid de 1944


Este que vemos es el cartel anunciador de la Feria Nacional del Libro en Madrid del año 1944. La Feria del Libro de Madrid se celebraba entonces en el Paseo de Recoletos de la capital de España y se empezó a realizar en el año 1933 como parte de los actos de la Semana Cervantina, para dar a conocer las novedades editoriales de aquellos años de la República, cuando se quiso impulsar la Cultura como una forma de educación para adultos.

Este cartel muestra el anuncio de la Quinta Feria del Libro pues solo se celebraron la primera en 1933 a la que siguieron otras en 1934, 1935 y la de 1936; y esta última figura en su cartel como la Cuarta Feria Oficial del Libro en Madrid. 

Después de esas fechas vino la sequía cultural, por motivos que tristemente conocemos. Y volvió a celebrase en el año 1944 con el cambio del nombre a la feria y pasó de llamarse Feria Oficial del Libro en Madrid a llamarse Feria Nacional del Libro y al que no se le quiso poner número de continuidad para que no se pareciera a lo que habían hecho en tiempos de la República.

Ese mismo 1944 en Barcelona, la revista Destino crearía el Premio Nadal, a la mejor obra inédita que ayudaba a impulsar valores literarios. La primera edición se entregó en enero de 1945. Ese año el galardón lo ganó Carmen Laforet por la novela Nada.

La historia del “Santísimo Cristo de la Cepa” de Valladolid

Dicen las historias viejas, que allá por los tiempos en los que los judíos invadieron España, vivía en Toledo un judío que gustaba de mofarse de los cristianos y no se creía que Jesucristo fuera realmente el verdadero Mesías y que hubiera muerto en la cruz.

Mientras podaba una de sus extensas viñas, le llamó la atención un objeto extraño que apareció sobre una de sus cepas y al acercarse vio que era un crucifijo. 

Al verlo, cayó de repente de rodillas, y anonadado tomó en sus manos la efigie y la besó inundándola de lagrimas y convirtiéndose al cristianismo en ese instante; y cuentan que fue tal su fama milagrosa, que el propio Cardenal Arzobispo de Toledo, D. Sancho Rojas, le dio el bautismo al judío convertido.

Este Cardenal fue trasladado a Valladolid donde fundó el monasterio de San Benito el Real y en donde entregó el milagrosos crucifijo (se lo había llevado de recuerdo) del que os dejo la imagen real, y que a partir de ese momento le llamó “Santísimo Cristo de la Cepa”.

En el siglo XVIII fue sacado el crucifijo varias veces en rogativas por Valladolid para salvar a la ciudad de sequías pertinentes o impertinentes, inundaciones o para salvar cosechas ante veranos muy secos. En el año 1835 se trasladó hasta la Catedral, como uno de los mayores tesoros de la piedad vallisoletana.

Como es lógico suponer y respetar, la FÉ está para eso, para emplearla o no emplearla; y como uno mismo que ha vivido junto al mar o en tierras de Soria, ha visto raíces parecidas en ambas zonas geográficas, y nunca he supuesto que se me estaba apareciendo ni Cristo ni santo conocido, tengo mis dudas, con el respeto correspondiente que deben tener todos los que crean que realmente es un Cristo aparecido. 

Pero a la vez me supone simpatía la obra que se conserva en la Catedral de Valladolid dentro de una urna de cristal, con su explicación correspondiente que más o menos os he transcrito. 

Que cada una o uno rece o llore, piense u opine. Repito, es la FÉ.

El modo de jugar los niños, marca el futuro de las sociedades


Cuando los niños cambian su forma de jugar, sabemos con total seguridad que cambiarán su forma de comportarse en cuanto sean adultos, que es cuestión de tiempo. 

Para los niños el juego es la actividad vital más importante para su desarrollo, sobre todo porque gran parte de las actividades que para nosotros NO son juego, para ellos simplemente forman parte del juego. 

Los niños aprenden jugando, nosotros como adultos aprendemos con las experiencias de la vida, que en realidad son muy similares al juego.

15.2.24

No nos comprendemos ni entendemos. Y lo sabemos


Este niño le pregunta a su padre algo muy sencillo de responder pero muy complicado de entender bien, pues estamos dotados de todos los mecanismos para que eso no suceda.

En cambio el padre le responde muy correctamente con un ejemplo de libro, auténticamente verdadero. Tristemente real. 

Somos como somos… es decir… muuuu tontos.

Servicios baratos que son mejores que los caros


Los viajeros de este avión de bajo coste decían con humor algo insólito pero real. Les parecía mucho mejor este tipo de servicio que el habitual o el de tarifa normal. Por un precio bajo parecerían que viajaban como aves voladoras.

Bueno, es una de las trampas del Sistema, convencernos de que todo se hace por nuestro beneficio, que incluso lo que parece peor, en realidad es lo mejor que nos puede pasar, pues todavía hay cosas peores. 

El humor tiene esa capacidad para contarnos historias como micro relatos con muy pocas palabras. 


14.2.24

Cómo aprender a ser provocador y decidir para qué provocamos

Si hay que ser provocadores, seámoslo. Pero elijamos bien antes los apellidos de con qué queremos provocar, para qué deseamos provocar, hacia quien queremos provocar. Diseñemos bien la provocación, para que sea efectiva.

Se puede ser provocador cultural, provocador social, provocador político. 

Pero también se puede ser provocador empresarial, provocador creativo, provocador de liderazgos, provocador de equipos, provocador de ideas, de personas, de barrio o de naciones.

Y sobre todo se debe ser provocador interno, sentir que serlo es positivo para crear y lograr objetivos, para ser más, pero sobre todo para poder entregar más.

No somos nada… si solo somos nosotros. 

Para ser algo debemos lograr que los demás sepan qué somos, y para qué provocamos.

Lo importante no es provocar, sino saber todos los actores de nuestros espacios vitales para qué provocamos. 

¿Al menos sabes tú para qué quieres provocar?

Los temas de una novela desde diferentes ópticas, desde distintos narradores

Una novela o un relato puede tratar de un tema muy común, muy utilizado, pero en cambio podemos enfocarlo desde un punto de vista original que lo convierta en novedoso. 

El punto de vista es también una manera de enfocar la literatura que puede funcionar muy bien si sabemos separarnos del tema, y relatar las escenas desde otro espacio. Cada historia puede tener muchos puntos de vista, y es el escritor quien elige la zona desde dónde contar lo que sucede.

Imaginemos una escritura de una novela sobre un atraco a un banco. Algo muy recurrente.

Todos hemos leído decenas de novelas desde el punto de vista del atracador, del policía o del director del banco. Pero no es tan normal una novela de un atraco desde el punto de vista de un niño que asiste asustado. 

Tampoco desde el punto de vista de alguien que lo ve todo, pero no está dentro del escenario, de la trama. Son pues diversas maneras de contemplar y relatar algo muy habitual.

Podría hablar or poner otro ejemplo de un relato sobre un campo de concentración, pero desde el punto de vista de la mujer del director. 

Un relato de un hospital desde la óptica de un señor de la limpieza. 

Un divorcio desde la mirada de los abuelos.

Así que no sólo son los temas, también los puntos de vista, lo que nos pueden dar originalidad.

Se puede elegir un narrador en tercera persona, cercana o por encima de todos. Pero también desde un narrador en primera persona que es quien da su punto de vista, que no es el que lo sabe todo, pero sí el que enfoca todo desde su particular mirada toda la trama.

Cómo llevar una discusión violenta y en qué momento parar


No sirve de nada discutir verbalmente fuerte y mucho menos con violencia verbal o física. La razón no tiene nada que ver con las descalificaciones ni la violencia. Aunque exista razón, verdad, una vez que se entra en descalificaciones, todo se pierde. 

Además la razón se compone también del reconocimiento y cuando entra la discusión a tomar el campo dialéctico, no es posible alcanzar también el razonamiento y la tranquilidad necesaria para que existe reconocimiento.

Todos los temas se deben discutir, enfrentar, pero con la calma lógica de los inteligentes. Del enfrentamiento suave encontraremos el término medio, la razón, la negociación, la entrega de una parte para conseguir la otra. 

Discutir con violencia, de forma acalorada, no sirve de nada. Es imposible llegar a una buena solución.

Ni para desahogarse uno, pues siempre se termina más acalorado y con menos calma, con más violencia y más sensación de seguir peleando por algo, que posiblemente no sea tan tremenda como para discutir.

Hay que mantener la calma, recogerse y pensar fríamente, estar seguro que es mejor un análisis sereno que uno acalorado y que además no sucede nada si la otra parte no nos da la razón. 

Por lógica nunca debemos aspirar a que la otra parte reconozca su error. Al menos siempre y como meta principal, y menos como objetivo único. 

En una discusión lógica plantearemos nuestras dudas y posiciones, para que la otra parte las conozca. Muchas veces simplemente con eso ya habremos logrado lo importante. 

No deberemos aspirar a que nos den la razón, pues muy posiblemente sus planteamientos sean de tanto peso como los nuestros. 

Pero si debemos intentar que la parte contraria conozco nuestros motivos, algunos antecedentes que pueden no conocer, los motivos de los desencuentros.

Si en una discusión se llega a un acuerdo muy bien. Si no es posible, hay que detectarlo enseguida y cejar en la pelea dialéctica. 

Gastar energías en un asunto que no nos conduce a ningún sitio es perder el tiempo. 

Dicen que una retirada a tiempo es una victoria, esto es casi seguro siempre. No sucede nada si uno se levanta de una mesa o de una reunión, una vez que se considera que hemos alcanzado los objetivos o la nada. 

Con elegancia y educación, podemos, debemos, levantarnos de la reunión y decir una verdad o una pequeña mentira en forma de despedida y dar la mano en señal de educación. 

Nada produce más sensación de incapacidad que sea otro quien decida retirarse de una mesa en el momento en que el contrario cree que empieza a ir ganando. 

Antes de que una reunión se convierta en una discusión, en algo violento y desagradable, es mejor dejarla en ese punto y si es necesario, buscar otra ocasión en donde los puntos que se dejan pendientes, se enfríen y se vuelven más cuerdos.


La realidad alternativa de Howard Phillips Lovecraft


Sé que Howard Phillips Lovecraft ha hecho mucha literatura de mitos y terror, pero todo lo que rodeaba a su “cosmicismo”, representado por dioses menores y mayores,  monstruos y magia negra —supongo que como les sucede a otros—, despuntaba por su originalidad y la realidad alternativa que reflejaba y perduraba junto a muchos otros autores que seguían la estela del maestro americano H. P. Lovecraft.

No solo no he leído mucho, sino que quizás me queda un gran techo hasta poder hablar con propiedad del mundo creado por Lovecraft, pero habiendo leído cuatro de sus más grandes novelas (Las montañas de la locura, El caso de Charles Dexter Ward, El horror de Dunwich y La llamada de Cthulhu), puedo hablar un poco de su estilo.

La base de las obras de terror de Lovecraft no es tanto un miedo atroz causado por acciones horrendas por parte de sus protagonistas. No es un terror violento, incluso diría que tampoco psicológico —al menos no en nuestros tiempos—, es sobre todo un terror de ambientación. Es —como afirman muchos—, un terror basado en el miedo a lo desconocido.

Lo desconocido es, justamente, el protagonista de estas novelas. Porque, a pesar de que Lovecraft suele detallar y describir de forma todo lo más realista posible la realidad en la que se enmarca la novela, cuando le toca hablar de sus monstruos, la cosa cambia un poco. 

Descripciones vagas, con adjetivos añadidos repletos de “terrorífico, indescriptible, increíble, amorfo” pueblan los párrafos. Más que meterte miedo, te describe el miedo. Y eso, fotografiar la acción del terror y hacerlo creíble, es algo difícil de hacer. El nos relata la fotografía del terror y nosotros ponemos el resto, imaginarlo y crear (creer) lo que nos relatan.

Las novelas siguen patrones muy parecidos, son simples, de argumento no muy enrevesados y bastante predecibles. Sinceramente, no encuentro nada que me indique que la prosa de Lovecraft sea muy destacable, pero —y este es un gran pero—, sus relatos me siguen llamando la atención, me gustan, lo paso bien leyéndolos, y…, ¿no es eso lo que cuenta?

Creo que el paso de los años no le ha sentado muy bien a las novelas, porque juegan mucho con la ambientación y hoy en día somos una generación de seres insensibilizados, acostumbrados a ver en el cine monstruos o atrocidades de todo tipo. Pero es la forma, creo que muy exportable a los nuevos tiempos bajo nuevos autores, lo que prima sobre todo. Es el conjunto de novelas lo que hace el argumento, lo que crea y condiciona el todo. Y el realismo.

Howard Phillips Lovecraft escribe de una manera y bajo unos temas y una forma tan realista (introduciendo artículos, diarios o elucubraciones más que diálogos o narración omnisciente), lo que confiere un halo de misterio y terror al pensar que, si bien todo es ficción, podría ser, perfectamente, realidad.

Recomiendo encarecidamente leer algo de Lovecraft, son novelas muy cortas y amenas, y seguro que algún cosquilleo por la espalda consigue sacarte.

 «No está muerto lo que puede yacer eternamente, y con extraños eones incluso la muerte puede morir.» La llamada de Cthulhu.

M.P.A.

La fuerza de las ideas, sumadas y copiadas



No hagáis caso a la señora de la viñeta, la fuerza de las ideas es la que puede ser capaz de cambiar el mundo. 

Posiblemente una idea no cambie mucho, pero si se van sumando, si se copian y se transforman cada una de ellas otro poquito, al final se logra el cambio. 

Y sí, si se rompen las paredes y los techos, pues muy bien, de eso precisamente se trataba.

13.2.24

Cantando con mal olor en la calle de Valencia


Colocar a la Diva por encima de las basuras no parecía un buen ejemplo, pero a veces los que mandan no son diseñadores de las oportunidades. El caso es que aquella mujer cuando cantaba expulsaba aires mal olientes, como no podía ser de otra manera. Cuanto más fuerte cantaba desde lo alto, peor les olía la calle a los pobres vecinos del barrio.

Las quejas se ampliaron cuando a la mujer le crecieron los pechos de tanto hinchar los pulmones, lo que suponía más aire por cada grito operístico, con cada bocanada de aria solemne.

Optó ella misma por comprarse un traje volandero para agitar los aires y difuminarlos, moviendo con gracia disimulada los brazos como si deseara ponerse a volar. De esa manera y agitando casi con ventolera el aire de la zona, creía que podría disimular los malos olores. Pero tampoco funcionó bien aquello.

Tonta no era, simplemente cantante de ópera y muy potente, todo hay que decirlo. Y optó de nuevo por tomar decisiones suyas, e intentar evitar que sufrieran los vecinos. Compró una gran paellera, enorme y eso es cierto, que yo la vi, y se la puso a los pies para que al agitar los brazos y a su vez expulsar los aires del pecho renovado y en crecimiento, no atrapara posibles malos olores desde la basura de abajo. Pero tampoco la paellera fue suficiente. Por los aires subían y bajaban los malos tufos, y se expandían por las calles del barrio. Tanto gasto y para nada.

Nadie pensó en lo lógico, en lo básico.

Nadie reflexionó en serio sobre el problema para darle una solución definitiva a los vecinos y sobre todo a la Diva del Bello Canto. Y la verdad es que la solución parecía de lo más simple, pero a veces la lógica es la que más tarda en llegar.

Finalmente el Concejal del barrio, harto ya de las quejas hizo lo inevitable. Por fin.

Despidió a la cantante, la bajó de la tapia, y ya nunca más volvió a oler mal en la zona. O al menos eso dicen los vecinos.

No hay una ética, sino varias. Depende de quien la aplique


Un humor sobre la ética, una viñeta del genial Mingote, en donde dudamos de si es posible que la ética sea distinta si se trata de ser conservadora o progresista. Y lo curioso es que es cierto. 

También la ética se puede modular, no existe una sola ética sino un buen montón. Depende de los intereses.

12.2.24

¿Qué es ser analfabeto en el siglo XXI?


Yo tuve la oportunidad de vivir varios años con una persona analfabeta. Sé lo que eso supone y le suponía. En cambio mis dos abuelas eran grandes lectoras desde principios del siglo XX. La que falleció con 102 años a poco más de mitad del siglo XX, se leía el periódico soriano siempre que le llegaba, que era menos veces de las que le gustaría.

Hoy los analfabetos ya no son solo los que no saben leer ni escribir, aunque tengamos unos 500.000 a 750.000 analfabetos de lectura 
todavía en la España del siglo XXI que son mayores de 15 años. Depende de qué forma se cuenta esta cifra con arreglo al origen y procedencia. Nacidos en España se calcula que sobre el medio millón.

Un analfabeto actual ya no es solo el que no sabe leer, empiezan a serlo los que con la brecha digital no saben utilizar un ordenador, un smartphone, o no conocen qué es un mail. En pocos años lo seremos los que no sabemos defendernos bien en un segundo idioma.

No tener los conocimientos básicos de lo que se necesita en cada momento es un drama social, una falta de libertad, un serio problema que hay que resolver, se tenga la edad que se tenga. Nunca es tarde. 

Y en esto debemos ayudar los familiares, las instituciones, los modos educativos para adultos. Y efectivamente, cada uno de nosotros.

Los años que conviví con una persona que no sabía leer ni escribir él no sufría por ello, pero a veces me preguntaba yo mismo cómo se podía sobrevivir. Es verdad que habían desarrollado otras formas de convivir. 

No saben distinguir los números, les cuesta entender la hora de un reloj mucho más si es digital, no saben comprobar un tíquet de compra, una factura que les llega a casa, y para muchos asuntos cotidianos están a merced de sus familiares. Aunque es cierto que no todos los analfabetos funcionales lo son en la misma medida.

En la era digital de este siglo XXI, la alfabetización no se limita solo a la capacidad de leer y escribir en papel o pantalla, sino que también implica la capacidad de utilizar tecnologías de la información y comunicación.

La alfabetización digital se ha vuelto cada vez más crucial en muchos aspectos de la vida cotidiana, incluyendo la educación, el empleo, la comunicación y la participación cívica. Por lo tanto, ser analfabeto en el siglo XXI no solo implica la falta de habilidades de lectura y escritura tradicionales, sino también la exclusión de muchas oportunidades y recursos que la sociedad moderna ofrece a través de la tecnología. Incluyendo el entretenimiento.

Humor Real, del año 1869 en La Flaca


Esta viñeta es del año 1869, es decir, viejuna como pocas. Una pequeña historieta de humor casi sin humor, pero eran otros tiempos y se mezclaba el humor con la política con otros registros que en la actualidad. Se publicó en la revista de humor La Flaca y nos muestra a la Reina Isabel II buscando trabajo.



El paso más importante es el primero


En el camino hacia la meta, el paso más importante es el primero.

Sin ese paso, nunca podrán venir el resto.

El más difícil de dar es el primero, el de la decisión de ir en busca de la meta.

Todos los demás vendrán sin proponértelo.


Simplemente un paso es lo que se interpone entre tu meta y tu inactividad.




Me quedó una letra salvadora

Cogí con mis dos manos el tazón con el caldo pastillero y noté su calor hasta casi quemarme. Necesitaba sentir dolor, que algo me hiciera notarme vivo, cruelmente despierto.

Había ido hasta la cocina con sumo sosiego, despacio y sabiendo que ya nada tenía prisa, que la impaciencia se había perdido en la nota que tenía en la mesa esperando mi respuesta abierta, tras mostrarme unas órdenes que debía cumplir de forma urgente, unas palabras casi ininteligibles, que me volvían a mostrar ante el miedo y casi ante mi propia muerte si no sabia trabajar bien.

Recuerdo que abrí el estante de la cocina y elegí el tazón más grande para el caldo, porque necesitaba quemarme por dentro; y que puse agua a calentar mientras elegía la pastilla instantánea de caldo para añadir a continuación un vino seco que engañara a la sopa para hacerla parecer de calidad.

Todo seguía siendo un engaño, mi vida había sido una posible mentira constante, una lucha contra la nada que definitivamente había perdido. Aunque si lo miro bien, la nada puede no existir. Es contra mis enemigos invisibles, contra yo mismo que me he dejado dominar…, contra quien debo rebelarme.

Pero no sé cómo.

Sorbí el caldo sabiendo que estaba ardiendo, pero recuerdo que admitía que eso era mal menor en ese momento. Quemaba más por el alcohol del vino rancio, tal vez en demasía, pero estaba tan en su punto para el momento, que me alegré no haberlo dejado templar. Insistí con el tazón hasta que el dolor en la boca se notaba más que el que ya tenía en el alma.

Miré hacia el fondo de la loza y entremezclado en su color dorado recuerdo que observé flotando unos ligeras briznas de algo verde, simulando una verdura mentirosa.

También en el caldo pastillero me seguían atacando los artificios, el disimulo de una verdad mentirosa. No será verdura —me respondí en silencio— será polvo de plástico, grosería para engañar y dar color. Todo quiero que sea mentira.

Creo que me reí levemente pero no estoy seguro. Agarré el papel que seguía mirando hacia el techo y sin depositarle mi vista del todo, lo doblé por la mitad y luego por otra mitad y luego por otra mitad más. Lo doblé hasta hacerlo casi invisible. O ese era mi deseo.

Pero seguía igual o más gordo incluso. El papel nunca se dobla lo suficiente hasta desaparecer.

De lo que más me acuerdo es de que le di un fuerte puñetazo con la mano cerrada, pero en cuanto mi brazo abandonó la mesa, él sólo, como papel vivo, se fue desdoblando hasta quedarse en su posición inicial.

—No te afectan los golpes —me dije— ¡cabrón!

El caldo se estaba quedando templado y ya no lo sentía por tener la boca dormitada por la quemazón.

Iba ganado el papel contra mi deseo de defensa y olvido, aunque sobre todo del de la esperanza mentalmente abandonada para que nunca me hubiera llegado la noticia.

Me agité la nariz con los dedos, respiré fuerte, me levanté de la mesa agarrando con fuerza el papel y lo troceé en mil posibilidades de olvido.

Pero enseguida me incliné sobre el suelo pues un pedacito de la nota se había volado entre mis dedos queriendo escapar de mí, y yo no estaba por la labor de permitírselo.

Recogí el diminuto fragmento y me lo llevé a la vista, para saber qué era lo que había intentado volar para quedarse como referencia. Llevaba una letra impresa, una sola letra que no decía nada.

Era una Z mayúscula.

Me quedé pensativo porque no estaba seguro de qué hacer con aquella obligación de trabajo, pillada en pleno vuelo. Y no quise juntarla con el resto de los trozos.

Acudí al baño y lancé al agua toda la nota disgregada y sin sentido ya, menos el díscolo cacho.

Quedó huérfano en cuestión de segundos, tras vaciar del agua limpiadora todo el escusado.

Una z de esperanza —me dije— ¿a quien acompañaría?

O tal vez era una z de zarpazo.

No podría matar a nadie, pues ya no sabía a quien tenía que matar. ¿Zapater, en Zaragoza, Zabala?

10.2.24

Defendimos a las lagartijas hasta donde pudimos

Mi primera obra genial y única en su tiempo pues no había nadie capaz de ser tan loco o incluso imbécil como nosotros, mi primer trabajo serio decía, que demostró que yo iba para loco muy serio, lo hice con 13 años recién cumplidos, una edad excelente para demostrarse así mismo… que todo es posible.

Mi amigo y yo nos enteramos que iban a tirar una tapia de nuestro barrio para construir un edificio enorme, tremendo, en un barrio de casitas bajas. Nos parecía en los finales de los años 60 del siglo XX, como el asalto de la modernidad contra los barrios de toda la vida. Lo entendíamos a medias.

Debo recordar que mi barrio tenía el matadero de la gran ciudad y allí paseaban los corderos todas las tardes sin que ellos supieran que iba a ser su último paseo. Por eso, creo, cagaban más de la cuenta.

El caso —y vuelvo a mi primera obra genial— que aquella pared que iban a tirar daba al sol de la mañana, al sureste potente. Y como era de ladrillo caravista, estaba llena de lagartijas un poco tontas, pues cuando se quedan mirando al sol se las puede coger con suma facilidad. Las pasa lo mismo a las moscas.

Así que nosotros dos, amigos de los animales por culpa de un tal Félix, nos propusimos cambiar a las lagartijas de pared, trasladarlas a otro sitio para que no murieran aplastadas por las máquinas.

Podría parecer una boutade infantl, pero es posible que se superaran las 200 lagartijas movidas de calle, las que conseguimos trasladar en una semana. Las cogíamos por la espalda, con dos dedos, y las metíamos en una caja de zapatos que tenía una abertura chiquita en su zona superior, pegada con un celo. A la sumo les cortamos el rabo (sin querer y en plano ejercicio de caza y traslado) a media docena de las lagartijas de Montemolín.

Habría más de 500 calculamos nosotros. No todas se dejaban coger a la primera. Algunas eran viejas listas que nos veían llegar y se escondían entre los huecos de los ladrillos.

El caso es que un lunes después del colegio, cuando llegamos a la pared…, allí no había lagartijas… ni pared. Obvio. Nunca supimos si las lagartijas eran capaces de escapar del desastre ni a donde fueron a parar. Pero nosotros hicimos lo que pudimos, pues para eso éramos unos locos voluntarios.

9.2.24

El peligro venía de atrás


Me parecía imposible descansar allí, sentado en el sofá, teniendo tamaño peligro encima y sobre mis espaldas. Lo vi una sola vez y ya me dije que allí yo… no me sentaba.

¿En qué momento se me caería encima todo lo que me está asomando amenazadamente desde la espalda, si yo de espaldas no veía nada de nada?

Había que anticiparse y pensé en cambiar el sofá de lugar, dejando al peligro solo, a su aire. Era eso o debía permanecer de pie, esperando a que alguien me atendiese, pues no estaba dispuesto a dejarme peligrosamente caer en el descanso, debajo de tamaño estropicio de azul y negro. ¿Y si se va cayendo a trozos… ¡aquello!?

Pero la espera se alargaba, oía ruidos suaves en la sala de al lado, pero nadie se acercaba a verme, ni tan siquiera para decirme lo que siempre se dice: —Enseguida le atendemos.

Miré dando vueltas a la habitación y quedé sorprendido. ¡¡No!!

Habían quitado la puerta de entrada, allí ya no había puerta de ninguna clase. Cuatro paredes encerradas, un sofá crema y un cuadro asesino. Todo blanco menos el sujetaculos y el cuadro azul y negro. ¿Y la puerta por la que yo he entrado?

—¿Pero y qué hago yo ahora aquí?— me dije casi gritando para dentro

Y en ese momento se movió el cuadro lentamente hacia un lado. Lo justo para asomarse una chica joven y casi artificial, para decirme que…: —Enseguida le atendemos.

Ship of Theseus o El Barco de Teseo. Un libro que es una escultura


Un libro es habitualmente una historia, un buen montón de ideas, incluso de páginas impresas, de contenidos muy variados. Y efectivamente como antes señalaba, también en un objeto impreso, y en eso hay parte de su éxito. Y no solo hablo de la portada que es la puerta de entrada.

Mis muchas décadas viviendo en/de las Artes Gráficas han logrado que conociera excelentes publicaciones, a veces reimpresiones de obras conocidas que buscan un punto especial y diferente en la impresión de alta calidad. Libros y ediciones que se premian por su forma de presentación, de impresión o encuadernado.

Ahora está agotado en castellano el libro Ship of Theseus o El Barco de Teseo. Nadie sabe quien lo ha escrito, o lo que sería lo mismo, daría igual quien lo haya escrito pues en realidad no estás comprando un libro de un autor, sino "otra cosa" y eso es lo importante.

Tampoco compras una historia, una novela, si no puede que decenas de historias alrededor de una única historia. Un libro lleno de notas al márgen, de recortes de prensa, de añadidos extraños que te van llevando por una historia muy curiosa.

"Una joven encuentra accidentalmente un libro dejado fuera de lugar por un extraño: un lector intrigado, embelesado por la historia y su misterioso autor, como lo revelan las notas escritas al margen. Ella responde escribiendo más notas y vuelve a dejar el libro para que lo coja el chico. Así comienza un intercambio en el que los dos se adentrarán en lo desconocido".

Un libro muy original, costoso de realizar, diferente, que estoy seguro, abrirá un nuevo camino a la hora de escribir y de leer, de imprimir y de revitalizar el libro en papel, pues este libro en digital no dice lo mismo, se necesita tocar y percibir que está en relieve.

El Pozo. Microrrelato de Luis Mateo Díez


Mi hermano Alberto cayó al pozo cuando tenía cinco años. Fue una de esas tragedias familiares que sólo alivian el tiempo y la circunstancia de la familia numerosa. 

Veinte años después mi hermano Eloy sacaba agua un día de aquel pozo al que nadie jamás había vuelto a asomarse. 

En el caldero descubrió una pequeña botella con un papel en el interior. «Este es un mundo como otro cualquiera», decía el mensaje.

8.2.24

La Rayuela, cascayo, avioncito, pisao, mebeleche, golosa, mundo, el Pon o Peregrina


La Rayuela es un jugo infantil que se jueg en medio mundo, por quedarnos cortos. En algunos lugares de España la llamamos rayuela pero en otros cascayo, avioncito, pisao, mebeleche, golosa, mundo, el Pon o Peregrina.

Un juego antiguo e infantil —precursor de estos electrónicos juegos de plataformas actuales— en los que un niño o niña se enfrenta a otros niños con ejercicios de salto, equilibrio, de coordinación motora.

Los niños tienen que saltar a la pata coja arrastrando una piedra, que va desde el número 1 que representaba al Purgatorio y otros la Tierra, hasta alcanzar el Cielo al final del recorrido, sin caer en el Infierno. Dicen las reglas que la piedra era tu propia alma, que también son ganas de meter religión en un juego de niños.

Todas estas reglas, siendo verdad, suenan a tremendas, y por ejemplo no se podía dejar la piedra en medio de una raya de separación, pues eso era caer en la Frontera entre la Tierra y el Cielo y había que volver atrás para empezar de nuevo.

Las casillas a veces eran 8, otras 9 e incluso 10, dependiendo del país. En las casillas dobles en horizontal, la piedra podía caer dentro de cualquiera de las casillas, pero las piernas tras el salto, en la mayoría de las reglas, obligaban a que cada pierna estuviera en una casilla.

Lo curioso es que este juego europeo, se ha ido trasladando a China, Corea, Filipinas o los EEUU. Es la globalización, amigos.

7.2.24

Estoy cabreada y se me nota bastante


Estoy muy cabreada y se me nota. Que ya lo siento, pues me acabo de presentar entre estas páginas de mierdas. Soy la A, la A de Angustias. 

Y cogí una bronca con mi pareja el otro día de las de mirarse mal pero sin hablar pues no podemos ni pronunciar palabra y el caso es que el muy mamón cogió unas tijeras, me recortó y luego me llevó a un muro en donde me dejó pegada. 

Mi pareja es la B, la B de Bruto. 

Y lo inentendible para todos, es que la B sepa utilizar unas tijeras, pues parece una cosa imposible. Pero es que la vida es eso, algo imposible de entender bien. 

Los chorreones no es por que haya llorado, es que me puse tierna y me ha llovido encima. A las mujeres se les corre el rimel, a las letras se nos corre la tinta y la pena de la soledad.

¿Qué país es el que más personas hablan español?

El Español o el Castellano según como lo miremos, es un idioma fundamental en el mundo y eso debemos conocerlo y respetarlo. El inglés parece imponerse pero los datos de personas hablantes indican muchas maneras de comprender los datos reales.

Hay alrededor de 7.097 idiomas distintos en el mundo, según la revista 'Ethnologue'. La lengua con estatus de 'idioma oficial' en más países es el inglés (59 países), seguido del francés (29), el árabe (27), el español (21) y el portugués (10). Aquí sin duda es el inglés el que gana en el mundo.

Los idiomas con más hablantes nativos son el chino mandarín (918 millones de hablantes), el español (480 millones), el inglés (379 millones) y el hindi (341 millones), según datos de 2019. Se calcula que en el año 2024 el español lo halan unos 496 millones de personas.

Pero el español en realidad lo hablan 595 millones de personas si le sumamos a los 496 millones que lo hablamos de forma nativa, los que lo tienen como segunda lengua o como lengua extranjera. Y todavía tendríamos otros 75 millones que lo hablan de forma irregular y con dificultades.

No es España el país en donde más personas hablan español. Hay 21 países en donde el Español es la Lengua oficial. 

El español es el idioma oficial de los siguientes 21 países: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guinea Ecuatorial, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, España, Uruguay y Venezuela; además de Puerto Rico. Aunque no sea idioma oficial, el español se habla también en Estados Unidos, Belice, Andorra y Gibraltar.

México con 124 millones de personas hablantes del español es el país con más habitantes hablando en este idioma. Le siguen Colombia con 51 millones y en tercer lugar Argentina con 45 millones de personas y a muy poca distancia España con 44 millones, dejando en quinto lugar a los EEUU con unos 42 millones.

¿Qué son los microrrelatos, los cuentos breves?


Un microrrelato es una historia completa, con inicio, desarrollo y final, y que muchas veces no contiene más que un párrafo, una frase incluso, un esbozo de historia. Pero suficiente para que se entienda, para que empiece y termine.

El microrrelato permite jugar con la creación literaria, poniéndote retos. Por ejemplo marcando un máximo de palabras. Una historia completa que solo contenga como máximo 100 palabras. Y si apuramos, que solo tenga 50 palabras. O que no sea mayor a 1.000 caracteres incluyendo los blancos o espacios.

El microrrelato más conocido entre los super cortos es de Augusto Monterroso: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.

Otro muy corto sería del filósofo chino Zhuangzi y que tituló "El sueño de una mariposa": "Chuang Tzu soñó que era una mariposa. Al despertar ignoraba si era Tzu que había soñado que era una mariposa o si era una mariposa y estaba soñando que era Tzu".

Arriba os he dejado una viñeta de El Roto publicada en el diario El País en febrero de 2024. Es un microrrelato completo. Es cierto que se apoya en un dibujo, en un nuevo elemento que describe el paisaje vacío sin utilizar palabras. Pero muchas veces el humor es simplemente (jope, pues de simple no tiene nada) un microrrelato maravilloso.

6.2.24

Pequeña historia de los tebeos en España


Los tebeos nacen en España con el siglo XX, el TBO como primera revista infantil importante que abrió en España camino hacia la lectura de niños muy jóvenes acompañó a otras revistas infantiles, y entre todas fueron capaces en su momento de abrir la lectura a miles de niños entre los 7 y los 12 años, y mantenerlos luego fieles a la lectura, primero de tebeos y después a libros.

Aquello inevitablemente se acabó con la llegada de nuevas formas de entretenimientos para los niños, sobre todo la televisión y sus Dibujos Animados. Aquellos años 60 y 70 que propiciaron el consumo de tebeos entre los chicos y chicas a todos los precios, se acabó y con ello parte del tiempo de lectura de niños y jóvenes. 

Pero sembrar lectura en la infancia tiene la ventaja de que algo queda. En aquellos años se compraban tebeos de todo tipo y cabecera o títulos, a dos precios muy diferentes. Al precio que marcaba la revista semanal si se compraba de "estreno" en la semana de impresión como si fuera un periódico o una revista de actualidad, y a un precio bastante rebajado si se compraban tebeos que hacía semanas que ya habían salido. 

A los tebeos baratos pero nuevos, les cortaban una esquina pequeña para diferenciarlos del resto, y se vendían en tiendas de chucherías en montones y a una cuarta parte de su precio. Y eso ya era posible en aquellos años para las familias sin mucho dinero.

Las revistas de historietas para niños y niñas nacieron antes de los años 30, pero fueron a partir de los 40 y 50 cuando realmente crecieron en número, acompañados también por la llegada de revistas desde América. Y por un ligero incremento en las posibilidades económicas de los españoles.

El TBO, Jaimito, Pumby, Pulgarcito, DDT, TioVivo continuaron la saga de Capitán Trueno, El Jabato, Hazañas Bélicas o Roberto alcázar y Pedrín, diferenciando tebeos de humor blanco, de tebeos de historietas bélicas, hasta que con la llegada de las historietas americanas fueron surgiendo nuevos personajes más cercanos a los que luego fueron Dibujos Animados.

En la imagen de arriba vemos una portada del TBO del año 1919. Nació en 1917 y desapareció tras varias reformas en la cabecera y contenidos en el año 1998, tras agotar seis etapas diferentes en su desarrollo y mercado. Todo un clásico que no pudo sobrevivir a los cambios de Siglo.

Historia de la letra Ñ como icono del castellano


La letra Ñ es un icono del castellano, una letra única en la escritura pero no en la pronunciación pues en otros idiomas sí existe el sonido similar a nuestra Ñ. No existía en el latín básico y por eso no la tienen algunas lenguas latinas escritas.

Existe como sonido similar en el portugués, francés o italiano, como una N doble, un sonido nasal en donde la lengua la apoyamos sobre el paladar. En realidad es una simplificación de la NN doble, para ahorrar espacio en los escritos antiguos. 

No solo la doble NN dio lugar a la Ñ sino también la GN o la MN, o incluso la NE seguido de otra vocal o la NI seguido también de una vocal en el latín, se simplificaron hacia la Ñ actual.

Es por ello que la Ñ nace como una especia de abreviatura poniendo encima de una N la virgulilla que nos obliga a pronunciarla diferente a la N clásica y única. Ese signo que llamamos virgulilla es en realidad una N pequeñita puesta encima de la N básica.

La virgulilla que es el signo que ponemos encima de la N también se ha llamado y se llama tilde de encima, o N doblada.

La adopción de “Ñ” como abreviatura de “NM” es la solución adoptada en castellano y gallego. En italiano y francés la palatalización nasal quedó representada por el dígrafo “GN”, otro de los grupos latinos que dio lugar al sonido. En catalán, se representa por el grupo “NY”, y en portugués, como en occitano, como “NH”.

Letras Ñ que sin ser iguales son similares encontramos en el checo y en el polaco aunque su virgulilla es diferente. e incluso en algunas lenguas africanas. También como es lógico en Filipinas, los EEUU y en todos los lugares en donde se habla un castellano más o menos similar al que hablamos en España.

La Ñ está presente en los alfabetos asturiano, aimara, bretón, bubi, gallego, extremeño, chamorro, mapuche, filipino, quechua, iñupiaq, guaraní, otomí, mixteco, kiliwa, o'odham, papiamento, rohingya, tagalo, tártaro de Crimea, tetun, wólof y zapoteco. En aragonés se utiliza tanto la Ñ como la NY. En catalán no se utiliza la Ñ y en cambio se emplea la NY.

El Poder de la Ortografía. Comas, puntos, tildes.


En los años 60 del siglo XX a los niños pequeños en las escuelas se nos hacía leer libros de lectura con decenas de pequeños y sencillos relatos, muchas veces a modo de ejemplos de género social, que eran blandos, blancos y muchas veces religiosos, bondadosos. 

Este que os dejo nos habla del Poder de la Ortografía. Hoy ya la ortografía ha perdido gran parte de su poder e incluso de su sentido, pues han crecido tremendamente las personas que parecen huir de ella.

Es cierto que la ortografía en castellano no es sencilla. 

Durante los siglos la hemos ido incluso simplificando pero la propia riqueza de nuestro idioma hace que no sea sencillo realizar muchas reformas, pues utilizamos muchas palabras con doble sentido, que a veces depende de una tilde.

La ortografía como sabemos no es solo B y V, G o J. Es sumamente importante el uso de las tildes, de las comas y la puntuación, y todo eso se va perdiendo poco a poco.

Empobrecer un idioma es mucho más sencillo que lograr preservar sus muchas posibilidades. Pero estamos en tiempos de urgencias, aunque no vayamos a ningún sitio. Simplificamos los tiempos, y eso es una realidad.

Escribir en una cafetería es una buena decisión

Todos hemos visto en algunas cafeterías a personas escribiendo en su ordenador, en su tablet o incluso (menos) en libretas tamaño A5. 

Ir a una cafetería a escribir es una manera excelente de que logres párrafos diferentes a los que logras escribir en tu casa, aunque tengas despacho. Es meterte en una cueva nueva, que puedes repetir o elegir otra. 

Una cafetería, si la sabes elegir bien, es un lugar tranquilo, relativamente silencioso, lleno de vida y por ello de gente que va y viene, que se mueve ante tus ojos y además pueden ser personajes diferentes a tus habituales.

No hay nadie en una cafetería que te moleste a la hora de ponerte a escribir o a reflexionar, puedes encerrarte en tu propio espacio —eso sí poniendo en modo avión tu teléfono— y simplemente escribir y observar.

Tienes que marcarte un tiempo, y destinar a esto una hora completa es una buena decisión. De esa manera te obligas a trabajar, recordando que observar también es trabajar para la escritura. 

Y con una hora como tiempo marcado con anterioridad, logras dos objetivos, que no te canses del lugar y que creas que te queda mucho tiempo más por trabajar, y por ello por volver. No seas estricto, si son 90 minutos también es una hora, todo depende.


Carita de hilos tejidos y entremezclados


Te encontré muy quieta dentro de una peluquería, mientras una señorita de postín se hacía unos colores a mechas en su pelo. 

Tú… en cambio… estabas colgado en la pared a modo de mirar y no decir nada. ¿Cuántas conversaciones secretas habrás escuchado de refilón? 

Tendemos a contarles nuestras mierdas a todos los que nos tocan los pelos. Los de arriba y los de abajo. 

Para eso nos han creado animales, para seguir creyendo en el poder de los pelos, de las melenas, de los roces de piel contra piel, aunque todo dependa de modas y de tiempos.

5.2.24

Consumir Cultura no tiene que requerir cansancio ni decisión alguna


Esta viñeta de Riki Blanco para el diario El País de febrero de 2024 es una imagen perfecta para estos tiempos curioso como poco. Nos han logrado confundir y hoy se juega con la Cultura como un elemento más para consumir, gastar, comprar y vender, con el ánimo de controlarla.

La Cultura tiene Poder y lo sabemos todos. Incluidos los que no quiere que tenga Poder.

La viñeta logra mostrarnos a una persona que ha elegido la Cultura a través del consumo con el mando a distancia. No es Cultura Libre, es la que le inyectan en el culo, perdón… en la cabeza. 

Nos quedamos pasivos esperando a que nos lancen la Cultura y nos la dosifiquen como si fuera una medicación para la tos. 

Podemos esperar de forma pasiva, tranquilamente, convencidos de que por fin hemos encontrado la manera de consumir Cultura sin ningún tipo de esfuerzo.

Es maravilloso como nos cuidan y nos quieren, para que no nos cansemos de más.