Esta frase superior es de Manuel Bartolomé Cossío, un pedagogo riojano sucesor de Francisco Giner de los Rios en la Institución Libre de Enseñanza. Se le considera el más eminente maestro y catedrático pedagogo castellano, desde finales del siglo XIX hasta la Guerra Civil española. Murió en 1935.
"Rompamos los muros de clase, llevemos al niño al campo, al taller, al museo; enseñémosle la realidad en la realidad, antes que en los libros, y entre en la clase sólo para reflexionar y para escribir lo que en su espíritu permanezca, o en él haya brotado; trazando así, espontánea y naturalmente, el único libro de texto que ha de estar a su alcance."
Ese texto de arriba es de hace 120 años y se sigue utilizando en algunos modelos educativos en algunos países de Europa incluida España. Veamos otro texto:
"El mundo entero debe ser, desde el primer instante objeto de atención y materia de aprendizaje para el niño, como lo sigue siendo, más tarde para el hombre. Enseñarle a pensar en todo lo que le rodea y a hacer activas las facultades racionales es mostrarle el camino por donde se va al verdadero conocimiento, que sirve después para la vida. Educar antes que instruir; hacer del niño, en vez de un almacén, un campo cultivable."