Lo decimos poco, lo mostramos menos, nos lo creemos de forma insuficiente. Pero es un motor de vida, una necesidad incluso. Necesitamos amar, y además necesitamos que nos amen, que nos reconozcan. Somos animales necesitados de cariño como todos. Y en esto, no sirve ni el auto engaño ni el auto amor.
El amor se recibe y se entrega de unos a otros. Se regala y se comparte. Es así de sencillo y así de complejo.