10.3.24

La Piedra Rosetta y su importancia histórica


En una anterior entrada hablaba de la importancia histórica de los jeroglíficos y de la forma en que se lograron descifrar. Una de las primeras formas de escritura de los humanos.

Y comentaba la importancia que tuvo el descubrimiento de la Piedra Rosetta que se encuentra en Londres, en su Museo Británico. Es una lápida de granito negro, de poco más de un metro de altura, con una inscripción dividida en tres franjas: la primera en egipcio jeroglífico, la segunda en egipcio llamado "demótico", con una grafía diferente, y la tercera en griego.

El descubrimiento enseguida creó un enorme interés, en cuanto se supo que las tres escrituras se referían al mismo texto en tres grafías diferentes. El texto consiste en un decreto emitido en el 196 a.C. con ocasión del primer aniversario de la coronación del faraón Tolomeo V.

Del texto del jeroglífico sólo quedan 14 filas pues la piedra está rota; del demótico tiene algunas más; mientras que el texto griego, en la parte inferior, cuenta con 54 líneas, de las cuales sólo las primeras 27 están enteras. No era fácil con esta rompecabezas lograr estudiar la transcripción de los grafismos de los jeroglíficos.

El gran descubrimiento de François Champollion fue el de entender que a cada signo jeroglífico no le correspondía necesariamente una sola palabra. La escritura jeroglífica no representaba exclusivamente objetos o conceptos, sino que en un mismo texto, cada símbolo podía tener diferentes funciones: ser una sola letra, un objeto o un concepto.

La imagen es de una visita mía a Londres, y la piedra está perfectamente conservada dentro de una vitrina, y lo complicado es lograr una imagen, pues en aquel momento se amontonaban las personas a su alrededor.