29.4.25

La vida a ratos de Millás


Este párrafo que dejo abajo de la entrada es de Juan José Millás de su libro: La vida a ratos. Un ejemplo de escritura para poder decir mucho con muy pocas palabras. Un relato cortito, una explicación o pensamiento que le sale desde dentro, pero que nos sabe llegar a todos sus lectores.

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Jueves. Hubo una época en la que corríamos como locos hacia la actualidad. Se levantaba uno de la cama, se echaba cualquier cosa encima y venga, a correr hacia la actualidad. Hoy es la actualidad la que corre hacia nosotros, y con muy malas intenciones. De manera que hacemos lo contrario de entonces: nos ponemos los pantalones, la camisa y los zapatos y echamos a correr, para que no nos alcance.

¿Se mueven las nubes o me muevo yo?


Me quedo mirando al cielo y observo que las nubes se están moviendo más rápido de lo habitual. Dudo.

Se mueven desde el Este al Oeste. No sé, me parecen rápidas y su movimiento curioso. No hace aire. Nada de viento.

Y vuelvo a dudar. ¿Se mueven ellas o nos movemos nosotros? ¿Van las nubes de Este al Oeste, o se nos mueve la tierra de Oeste hacia el Este?

Le pregunto a la IA y la puñetera me responde con claridad: La Tierra se mueve sobre sí misma a una velocidad de aproximadamente 465 metros por segundo en el Ecuador. Esta velocidad equivale a unos 1.670 kilómetros por hora

Pero claro me quedo con otra duda. En el Ecuador, bien, ¿y en Zaragoza?

Vuelvo a preguntarle a la IA que es muy lista y enseguida me dice que en Zaragoza a unos 347 metros por segundo, lo que me da la espina que es mucha velocidad para contrarrestar la que observo en las nubes de mi cielo.

He conseguido saber menos que antes, cuanto más creo saber, menos sé. Le vuelvo a preguntar a la IA por la dirección sobre la que se mueve la Tierra sobre su eje y muy amablemente me dice que de Oeste a Este. Es decir, al contrario que lo que observo en las nubes.

Yo creo que se solpan ambos movimientos, el de la Tierra y el de las nubes.

Cuando intento preguntarla de nuevo a la IA, antes de terminar la primera palabra me sale la respuesta.

—¡¡Estás tonto o qué!!, ya vale de preguntar cosas que ni te van ni te vienen.

Y me quedo acojonado o acomplejado.

28.4.25

Mi Viaje de Novios, al detalle… o casi


Hay personas que tiran a la papelera todo, en cuanto ya no sirve; algo lógico. Y luego estamos los que tenemos el complejo de guardar todo aunque sepamos que ya nunca más lo usaremos. Ese complejo tiene un nombre, pero no es cierto eso.

Revisando mierda me encontré este papelito en donde había indicado mi Viaje de Novios como proyecto, no como resultado. No eran unos apuntes de lo que hicimos, sino de lo que deseábamos hacer.

Y salió todo tal y como está apuntado. Curiosamente acertamos en todo, se cumplió al pie de la letra. Claro, era el año 1978, hace un siglo, y por aquellos años solíamos cumplir al punto, como la carne buena.

Hoy me preguntó (todavía) qué nos llevó a Ceuta. Sí, un barco, pero me pregunto por el motivo. Tal vez los recuerdos verbales que me había transmitido mi primer oficial de oficio que hizo la mili allí y hablaba mucho de aquella ciudad. No encuentro otra explicación.

Bueno eso, o ponerle un grado de exotismo a un Viaje de Novios por España, en tren, sin coche, sin internet, a base de buscar hoteles (excepto en Torremolinos) al llegar al destino.

No, nunca lo he intentado repetir por varios motivos. Visto hoy, 47 años después, incluso me parece complicado de poderlo asegurar. 

27.4.25

Firma de Ramón J. Sender. La tesis de Nancy


El primer libro que leí de Ramón J. Sender fue la (casi) novela "La Tesis de Nancy" que relata la vida de una joven americana del norte de visita en Sevilla y que va contando sus vivencias españolas a través de unas cartas que escribe a una prima.

Es una novela sencilla, fácil de leer, con solo siete personajes aunque algunos tienen poco espacio en el libro, y por ello una obra nada compleja. 

En aquel momento de mi lectura Ramón J. Sender vivía todavía, creo que había vuelto a España hacía muy poco, lo hizo en el año 1974 y yo la leería casi a finales de los años 70, posiblemente antes de tener democracia en España. De la de verdad.

La novela —para engancharte a leer— la escribió Sender en 1962, desde el exilio norteamericano. Era y es una obra con toques de humor que hoy seguramente parecerán rancios, pero tuvo su éxito, sobre todo por parecernos a los lectores una barbaridad que aquellas lecturas estuvieran censuradas en España o que el autor se hubiera tenido que escapar de España por las censuras y persecuciones.

Le lectura también sufre con el paso del tiempo. Ahora está en trance incluso las posibilidades de censurar cuentos infantiles por machistas, por violentos o por ambos desastres. Posiblemente El Quijote hoy no sería considerado una obra correcta, por varios motivos.

Somos bastantes torpes incuso para gestionar la libertad, los tiempos, los modos. ¿Deberíamos censurar a los griegos por hablar de esclavos o de concubinas?

Me compré un mechero, y todavía no sé para qué


Estuve reunido con unos profesionales médicos de alto cargo para escucharles en sus problemas de abandono. Uno piensa equivocadamente que si eres algo o alguien, tienes asegurada la atención a tus problemas por parte de los que están por encima de ti, pero no es verdad, a veces te tienen para cubrir el puesto, el expediente, aunque seas Jefe de Servicio de un Hospital de una gran ciudad. Eran ayer veinte de esos.

Cabe dimitir, efectivamente, y de eso se trata, de intentar evitarlo, pues quien dimite se juega el futuro, y los que vienen detrás casi nunca son mejores, pues estos (los que deberían reemplazar a los elegidos con anterioridad, pues alguien pensó que eran los mejores) huyen de los nuevos puestos de responsabilidad ya quemada, de los desiertos de acero hirviendo. 

—¿Y no os han recibido en cuatro meses, tras pedir simplemente una reunión para explicar los problemas?— le dije yo extrañado ante tanta insidia —¿Y para qué os mantienen a los veinte Jefes de Servicio si no quieren escuchar vuestros problemas?

Las personas quemadas ya no hecha humo. Quien tiene humo encima de su cabeza todavía no está quemado del todo. Los quemados, los que ya no sirven para su papel de cerilla, esos… ya no tienen humo y solo están de color ceniza.

Salí con una tarea añadida, la de volver a poner fuego sobre las ascuas apagadas, pues los necesitamos. Es puro egoísmo social, no podemos prescindir de profesionales que han llegado hasta lo alto de la cima, y luego los dejamos abandonados.

Yo no fumo, pero al salir de la reunión me fui a un estanco y me compré un mechero. Todavía no sé qué haré con él.

26.4.25

Luis Felipe Alegre, simplemente un juglar


Me manda Luis Iribarren estos versos/textos por el poeta y juglar zaragozano Luis Felipe Alegre, tan levemente fallecido, joven con sus recién 70 años cumplidos, que deja al teatro y a la poesía algo más vacía que ayer. 

Luis Felipe Alegre, con El Silbo Vulnerado, también llevó sus espectáculos por medio mundo sin dejar de estar nunca en su Zaragoza, en su Aragón.

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QUIERO ESCRIBIR LOS VERSOS MÁS TRISTES ESTA NOCHE.

Alegre, quien corregirá al poeta esquizofrenico

quien enseñará a contar las sílabas de un verso

con los 5 dedos de una mano

El que me enseño el octosilabo

El arte mayor y el arte menor

El rayo que no cesa

silbo vulnerado

Donoso esta en el armario

decías en la 708 del Miguel Servet

amigo alegre que te sabías el eclesiastes par cœur

te fuiste como un gato

sin dejarte ver, más una miaja al final

Silbo Vulnerado, silbo alegre

Salve rey de los rápsodas

El bululu

mi padre poético

si fuera el escenario un ruedo

serias toro y torero

amigo Luis Felipe Alegre

tu me diste la alternativa

con tu manera de escuchar

y contigo aprendí el coraje

y contigo aprendí boleros

de Armando Manzanero

y respetar el silencio y la exaltación de los poetas

como un gatico

la víspera de San marcos

tu primogénito

la revolución de los claveles este año se marchito

Las amapolas lloran en la comarca del Aranda

como mi alma, como mi alma

no quería ir a verte entubado

pero fui

alegre sedado, pero Alegre siempre lúcido

te quiero recordar Alegre

Alegre en la topera

Alegre en el mangrullo

Alegre en la calle Alcalá

Alegre en Avenida Valencia

alegre, Luis Felipe Alegre

te imagino alegre en el otro mundo

oirás el arpa del rey David

antes de ser rey

y estarás alegre, Luis Felipe Alegre

100.000 millones de ángeles oyendo poemas en tu voz

tenías todas las artes de Caliope

todas las suertes de la rapsodia

El cite, el recite y el coraje

púgil del verso

atleta de la metáfora

Master de jugaría

Alegre, Luis Felipe

tenías la locura de Panero

la rabia de Hernández

la melancolía de Lorca

la sabiduría de Rojas

la nobleza de Tuñon

la honestidad de Neruda

El color de Alberti

la bondad de Machado

y todo lo ladino y sefardí

vell amic

Este bloc y está azul

que no escribiste poesía

por respeto a la poesía

lo demás es silencio

pero te sabrías como 100.000 poesías

tu que miras por encima de mi hombro

lo que te estoy escribiendo

colega Alegre

ojalá estés en paz

te debo mi primera entrevista en el periódico local

esas risas locas

con Joaquín carbonell

sabedor de antologías

recuerdo en la parada del bus

una moza te dijo que le encantó

tu interpretación de oda a Walt Whitman

en la campana de los perdidos

y me dijiste eso vale más que el dinero

Alegre y sincero

a lo malo

no le decías bueno

y bueno amigo Alegre

Luis felipe Alegre

tristérrimo

jodido estoy

camarada Alegre

como un gato arrabalero

como un gato magdaleno

como un gato

como se van los gatos

sufridos y sin dar la turra

Alegre nobleza baturra la tuya

Luis Felipe Alegre

camarada Alegre

a quien contaré mis borradores y esbozos

Camarada Alegre

tristes guerras si no es amor la empresa

tristes, tristes

tristes los hombres si no mueren de amores

tristes, tristes.

pero tu Alegre

Recitando estos versos de Hernández

quede aquí mi kaddish,mi petenera, mi triste elegía

se ha ido Luis felipe Alegre a quien yo tanto quería

Sin ti la poesía seguirá

pero ya no será igual

sin ti mi cabeza no entenderá la sineqdoque ni el hiperbaton

Luis Felipe Alegre

ahora una estrella luce con una luz especial

y Alegre

Quiero escribirte los versos más tristes esta noche.

No voy a decirles la verdad, para no mentirles

En la vida hay que tomar la actitud correcta…, y no mentir es una de ellas, incluso una de las imprescindibles. 

Así que si para decir la verdad hay que mentir, lo mejor es no decir "toda" la verdad, o incluso no decir nada de nada. 

En Literatura se miente constantemente, todo es mentira pero se admite pues hay un acuerdo entre el escritor y el lector para que no se sienta como una mentira.

Pero tienen que ser mentiras creíbles, casi verdades que no se pueden comprobar. Hacer trampas está muy mal y lo que es pero, si son mentiras burdas te pillan los lectores y dejan de confiar en ti.

Si no puede encajar en una historia una verdad que se sobreentiende, antes que mentir lo mejor es que cada lector se invente la mentira que él quiera. pero no se la debemos dar mascada.

Os pongo un ejemplo muy simple. En el siglo XXI todo el mundo lleva encima su teléfono móvil. Si un personaje en un momento dado debería hacer uso de esa herramienta pero no queremos que lo haga por el devenir de la historia, hay que tener mucho cuidado en mentir sobre los motivos de esa decisión. Y si no somos capaces de explicar eso, lo mejor es callarse en la historia o dejar levemente apuntado el motivo para que lo complemente el lector.


25.4.25

No hay terapia más barata que escribir un Diario


Acabo de terminar de leer un libro de Juan José Millas, y como me ha gustado mucho, tanto, pues he vuelto a leerlo desde la página una, lo cual debe joder mucho al escritor, ya que lo normal sería comprarle otro diferente para su beneficio. O para el de la Editorial.

Lo curioso es que al comenzarlo no me acordaba nada de lo que estaba leyendo de un libro que ya había leído. 

—¿Y esto ya lo había leído yo?— me he dicho en silencio.

Será que sí, pero no lo noto. Es verdad que lo comencé hace ya unos años, y eso impone. Y que no es una novela sino una especie de Diario, lo que ofrece más opciones para ir olvidándolo poco a poco, pues aunque es muy agradable, es su vida, no la mía.

Los Diarios son escrituras que nos dirigen hacia la Nada, pero parten de Todo. 

No hay nada más barato dentro de las terapias para sentirte menos mal, que escribir un Diario. 

No lo recomiendan los psicólogos, no lo recomiendan mucho, para no perder su trabajo. Si acaso recomiendan sus libros, pero para su propia terapia.

Y es que una vez escrito un Diario… ya nadie los lee. Ni los protagonistas. Claro que… las novelas tampoco las leen los protagonistas. 

Los Diarios, si acaso los lee alguien… son (serán) los nietos. Lo malo de los que no tenemos nietos es que nunca tendremos lectores. Escribimos Diarios para nadie. 

Yo me recomiendo escribir Diarios en forma de Titulares. Sí, los titulares se leen, pero si van en página impar. Es que esto simplifica mucho el hecho de escribir un Diario, un libro, una novela. 

Solo con frases titulares y solo en las páginas impares. En un par de días te puedes escribir una novela de 500 páginas. 

¿He dicho días? Quería decir meses. O años.

JP

Taller de Escritura 16. Primer Boceto para iniciar una novela


Arriba puedes ver un ejemplo de boceto preparatorio para una novela corta, realizado como ejercicio en un Taller de Escritura para principiantes.

Se trata de uno de esos primeros esbozos que conviene hacer antes de lanzarse a escribir. No es un plan definitivo, pero sí recoge las ideas clave que darán forma a la novela. En esta fase, todavía no tenemos título, ni una extensión concreta, ni siquiera un final definido. Tampoco sabemos si surgirán nuevos personajes secundarios a medida que avancemos.

Este primer esquema nos ayuda a visualizar el rumbo general de la historia y a organizar las ideas principales sobre las que iremos trabajando. De esta manera y antes de ponernos a escribir, ya tenemos un primer boceto con las ideas sobre las que iremos trabajando.

Cada escritor tiene su propio método de planificación; este es simplemente el mío, uno más entre los muchos posibles y, como todos, perfectamente válido.

Aquí sobre todo planteo el TEMA, el DESARROLLO, los PERSONAJES principales, y el FINAL. Diríamos que es un esquema simple, muy simple que nos dice desde donde partimos y hacia dónde queremos llegar.

A partir de aquí, iremos enriqueciendo el universo de la novela: describiendo paisajes, interiores y exteriores, perfilando las características de cada personaje para dotarlos de vida y detalle, y esbozando el ambiente, el clima y las distintas situaciones temporales que compondrán la trama.

Este primer esbozo no es más que una base sobre la que construir la obra, una herramienta que nos permite comenzar a imaginar y desarrollar la historia con unas primeras pinceladas.

Estamos bebiendo menos alcohol, lo que es más vida


Si te has preguntado por qué el alcohol, las bebidas espirituosas, no han subido tanto de precio como parecería por la crisis y el ansia de aumentar los impuestos, la respuesta está en que se bebe cada día menos alcohol del duro, aunque parezca lo contrario. 

En España desde el comienzo de la crisis de 2008 se consume un 40% menos de licores de alta graduación alcohólica, bebidas espirituosas o combinados. 

Se producen menos bebidas duras, unos 200 millones de litros de bebidas alcohólicas al año frente a las 350 millones de antes de la crisis, porque se bebe menos y sobre todo por que lo compran y lo beben menos personas. Sin contar los miles de litros de alcohol que se fabrican de forma falsa.

Sigue siendo el whisky con un 26% de consumidores la bebida que más se bebe, seguido del ron con un 17%, la ginebra con un 16%, el brandy con un 11%, el anís con un 6% y el vodka con un 5% con datos de 2015. 

Subir los impuestos en las bebidas alcohólicas no aumentaría la recaudación. Aunque ganaríamos en salud.

En el año 2025 en España sigue siendo el Whisky con un 24,5% del consumo de destilados, seguido del Ron con un 15%, la Ginebra con su 12,9% y el brandy con un 12,8%.

Desde ese año 2007 anterior a la Crisis, hemos vuelto a aumentar en España la producción de bebidas espirituosas hasta los 320 millones de litros. Aunque solo unos 200 millones se quedan en España, pues el resto se exportan. Eso supone la barbaridad de 4 litros (5 botellas) al año por cada español, incluidos de media los niños.

Hasta que mejore de lo mío


Ayer me reencontré de sopetón con la Lectura de Ficción que es una señora muy simpática y paciente; nos saludamos, me preguntó por mi estado de ánimo y le tuve que responder mintiéndole.

—Bien, ya ves, bien pues he vuelto— le dije para tranquilizarme.

Si he vuelto a leer ficción es que no estoy tan bien como me imagino. Normalmente leo bastante, pero ficción poco. Algo me está llevando hacia la vuelta de mis viejos tiempos, cuando leía todos los días en el autobús no un libro, sino varios.

Una por las mañanas que dejaba marcado para continuar la mañana siguiente, y otro para las tardes con el que hacía lo mismo.

No se necesita leer lo mismo por las mañana que por las tardes. Igual que no es lo mismo lo que se desayuna que lo que se cena. Cada hora requiere su parte distinta de alimento.

—¿Y te va a durar mucho esta vuelta a la normalidad?— me preguntó la Lectura de Ficción.

—Pues no lo sé, hasta que mejore de lo mío.

Lo curioso es que ni sé qué es lo mío, ni sé qué busco con este cambio. Pero me apetece emprenderlo de nuevo. Ahora viajar se ha puesto muy caro, y la forma mas barata de moverse del sitio es leyendo un libro que te transporte a otros mundos posibles o imposibles.

JP

9.4.25

Un libro sirve para defenderte, y no deja heridos


Tener libros en casa es abrirnos al mundo, tener historias fijas para viajar con ellas, o libros que nos servirán para consultar cualquier duda desde el papel y no desde la pantalla.

No todos los libros de consulta están en internet, y sobre todo cuando son de temas muy específicos y personales no siempre es sencillo encontrarlo.

Un libro es un lujo que te pertenece solo a ti. Sirve para defenderte, y no deja heridos, solo vencedores.

8.4.25

El Pesimista Corregido, de Santiago Ramón y Cajal


El Premio Nobel de Medicina, el español Santiago Ramón y Cajal, además de investigar y fotógrafo, en su vida escribió bastantes libros. De medicina, para sus clases en la Cátedra, pero también con relatos y pequeños novelas. 

Este que vemos es uno de ellos, sí, el Santiago Ramón y Cajal que lo firma es el mismo que recibió el Premio Nobel. El librito se llama:  El Pesimista Corregido.