31.1.25

Consejos para elegir el mejor libro de autoayuda


Nunca hasta la fecha hemos tenido tantos y tan variados libros de autoayuda a nuestra disposición. Tantos y tan variados que incluso algunos de ellos se contradicen. 

Siempre será posible encontrar la respuesta que más nos guste, que no será posiblemente la que más nos convenga. 

Tenemos también millones de consejos repartidos por todo Internet, e incluso las ayudas psicológicas profesionales son más accesibles que nunca desde la Seguridad Social, con todas las grandes dificultades que hay en tener una asistencia eficaz, por la enorme falta de profesionales en Salud Mental.

Y aun con todas estas ayudas, nos sentimos mal, pero incluso peor que hace unas décadas. 

La forma de vida es menos natural que nunca, no sabemos relacionar mal con nuestro entorno y con nuestros vecinos de vida. 

Hacemos poco por mejorar.

El mejor libro de autoayuda somos nosotros mismos. Debemos saber elegir y actuar a partir de entonces. 

Seremos nosotros mismos quienes podremos y debemos tomar las decisiones para sentirnos mejor. 

Nos hemos abandonado excesivamente en el entorno, nos hemos llegado a creer que “los demás” resolverán “mis” problemas, cuando es un gran error pensar así. 

Seremos nosotros los que tendremos que tomar decisiones e incluso los que seguiremos equivocándonos, pero desde el error creceremos y mejoraremos. 

Somos lo que queremos ser, no lo que los demás intentan que seamos, por que no les debemos dejar que se apoderen de nosotros.

Siga buscando y seleccionando ayudas, aquí en Internet las encontrará. Todas. También las que no sirven para nada o las que son perjudiciales para su particular problema.

Sobre crucifijos, la educación, Dios y otros errores


Tengo claro que los crucifijos no deben estar en las cabeceras de las aulas escolares, por simple respeto a la pluralidad de creencias en un estado aconfesional como el español.

No vivimos ya en la mitad del siglo pasado, cuando los miedos y los respetos a los seres supremos nos mantenían atados y callados en una sociedad con más miedos que soluciones.

Somos tan plurales a la hora de buscar nuestras verdades, a la de decidir qué hay después de todo esto, o qué no hay, que la mejor manera de respetarnos entre todos es que no prevalezca una forma de pensar sobre las otras. 

Seamos religiosos o no lo seamos, el catolicismo puro ya no es la única manera de entender la vida y la muerte, la salvación y el bien, el pecado o el premio. 

Por eso imponer un símbolo muy respetado como único símbolo en el lugar central de un aula escolar, es una tontería social que no nos debemos permitir. 

Tampoco ningún otro símbolo religioso, lo aclaro ante las dudas.

Y diría más, quien primero no se lo debe permitir es la propia iglesia católica, que debe velar por el valor de sus símbolos y el respeto en el lugar que se merecen. 

No siempre contra más es mejor. 

Así que se debería regular sin dudas este apartado, que si bien no es nada importante para los enormes problemas de la educación española, si parece crear tensiones tontas cada cierto tiempo, no se sabe si por visitas papales o por desviar la atención hacia otro lado.

Nota.: La obra que vemos es de Sandalia Simón realizada en su casa de Villacañas en Toledo.

30.1.25

Anuncio sin palabras. Las hormigas no son tontas



A veces es éxito de un buen anuncio es muy simple. Un destello, una genial idea, una osadía. 

Este cartel ya antiguo de Chupa Chúps anunciaba el nuevo producto "sin azúcar", y le valió una simple imagen del caramelo en el suelo, en el que las hormigas lo rodeaban sin probarlo, pues ellas ya reconocían que no tenía azúcar, para mostrar la realidad del nuevo producto. 

Simple pero eficaz, pues sin palabras lo decía todo. Las hormigas no son tontas.

Mario Benedetti lo dice muy claro. Incontestable


“Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, a estos les llamo mis amigos“.

Mario Benedetti

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Nota.: No es nada sencillo decir esto y creérselo. Pero es la verdad. Necesitamos a gente que desde los espacios cercanos sean capaces de no estar de acuerdo con nosotros o nuestras palabras, pero sin dolor, sis acritud, sin ganas de vencernos. 

26.1.25

Los prosumidores en el mundo. ¿Qué es el prosumismo?

Los prosumidores en el mundo somos mayoría. Tal vez haya leído alguna vez esta palabra bastante nueva y no sepas de qué va, no te preocupes, tu también eres prosumidor.

Un prosumidor es un PROductor que a la vez es conSUMIDOR de tu propio producto, 
no solo lo consumes, sean productos o servicios, sino que también participas activamente en su creación, promoción y mejora.

Cuando haces una rica paella para tu consumo en casa, cuando le cortas el pelo a tu hijo, cuando invitas a cenar en tu hogar a unos amigos, cuando le aconsejas a un pariente sobre una inversión o un despido estás trabajando de PROSUMIDOR.

Produces un bien y a la vez lo consumes o lo regalas.

Ahora yo estoy ejerciendo de PROSUMIDOR porque estoy escribiendo mis ideas y regalándolas a mis lectores, produciendo algo que no mueve dinero, no hace circular las monedas y las economías.

El mundo es cada vez más proconsumidor, en la medida en que la sabiduría, la formación es más amplia y está más repartida.

Hoy sin el prosumismo, no podríamos vivir igual. Son centenares las personas en su barrios que trabajan en ONG o asociaciones sin ánimo de lucro, las que simplemente y aunque digamos lo contrario, hacemos actividades prosumistas.

Cuando atendemos a los ancianos de la familia, cuando cuidamos a los nietos, cuando reciclamos las basuras domésticas, cuando le hacemos la declaración de hacienda a un amigo, cuando le ayudamos a resolver el problema de su ordenador, cuando nos ayudan a pintar el salón o a montar un mueble de IKEA, cuando nos informan de un libro interesante, cuando nos prestan un disco, cuando les traducimos un texto inglés, estamos haciendo prosumismo.

Todos los días hacemos prosumismo. Todos nosotros.
Efectivamente, esto es tan viejo como la vida misma, es ayudarse, apoyarse los unos en los otros, pero con el nombre nuevo queda muy guapo. Al complejarse la economía, algunas decisiones sencilla también se vuelven complejas y afectan a muchos.

Sin esta nueva economía no sería igual el mundo occidental.

Y si, efectivamente, incluso esta economía que no emplea moneda es compleja de poner en marcha en países del Tercer Mundo, porque para ello sí que se necesita dinero.

En estos pueblos muy pobres y sin recursos bien repartidos, lo que funciona es el intercambio de labores, que es —como decíamos— prosumismo también. Bancos de tiempo en donde yo te corto el pelo y tu me arreglas una ropa. Bancos de tiempo en donde yo cuido a tus hijos y tu trabajas en el campo y me das alimentos para sobrevivir.

Cada día la economía es más compleja, y contra ella surge el prosumismo, los prosumidores, ofreciendo soluciones. 


Si su familiar necesita 1.000 euros para un aval, no lo dude, si el banco se lo niega usted puede ocupar el puesto de la entidad bancaria ante ese familiar. Cuando hablamos de cierto tipo de inmigrantes en España que abren negocios y nadie sabe bien de quien reciben la ayuda, se nos olvida el pensar en el prosumismo.

¿Quien le niega hacer un préstamo a un amigo si confía en él, si sabe poner mecanismos de recuperación, que siempre serán menos duros que los que pongan los bancos? Pero cuidado, en este proceso es IMPRESCINDIBLE que confíen en ti. Que sepan que eres buena persona, que sinceramente quiere devolver lo prestado.

¿Has pensado en llevar en tu coche a compañeros de trabajo que le pillan de paso? ¿y aprender a cocinar platos internacionales para sorprender a tus amigos o familiares? ¿y enseñar idiomas a tus vecinos o a sus hijos a cambio de que ellos te lleven a tus hijos a hacer deporte?

Piensa en las necesidades sin cubrir que tienes. Todo es posible en el mundo de los prosumidores.

25.1.25

Las cuatro fases de un escritor que empieza a escribir

Las fases de un escritor son cuatro, que van ascendiendo en su crecimiento mientras te producen gozo o insatisfacción.

La primera fase es la de escribir, la de gozar escribiendo, disfrutando mientras creas historias, personajes, tramas. Buscas finales, diseñas escenarios, creas situaciones creíbles y les de vida. Corriges y reescribe mientras creces y aprendes. Es una fase de disfrutar.

La segunda fase es la de buscar los primeros lectores. Se intenta que lo que se ha creado se lea, te lo critiquen amigos, te lo analicen familiares, simplemente den valor a lo escrito que ha nacido simplemente para ser leído. 

Sin lectores todo lo escrito tiene un valor muy escaso. 

Se buscan desesperadamente lectores ajenos a tu círculo más intimo, para recoger sus impresiones, para escucharlos. No suelen ser sinceros, hay que entender sus palabras. Muchas veces incluso no son ni válidas sus opiniones, pues no son profesionales ni representan al tipo de lectores que buscas. No te desanimes en esta fase, sigue.

La tercera fase es la de publicar. Una vez que alguien te lee, te alaba, te indica que aquello que has escrito le ha producido sensaciones, te corrige o te critica, surge la necesidad e intenta que se publique para quedar más asentado, para intentar ser más leído y sobre todo para darle forma en papel. 

Esta fase hoy tiene muchas variables pues internet facilita la publicación en busca de lectores y de vida literaria. Esta tercera fase del escritor es muy desagradable. 

Es muy complicado lograr que algo se publique en papel, debe ser muy bueno y sobre todo muy comercial para que los editores crean en una obra desconocida. Cabe la auto publicación, la autoedición, pero sin distribución sirve de poco.

La cuarta fase es más material y compleja. Solo se puede llegar a ella si se han cumplido con éxito las tres anteriores. Es ganar dinero con lo que se escribe. 

Parece ser la meta de toda persona que se dedica a escribir pero no es así. 

El escritor generalmente busca la dos primeras fases, muchas veces se queda solo en la primera. Hoy es casi imposible lograr ganar dinero con la escritura literaria. 

Pero quien lo consigue tiene muchas posibilidades de afianzarse y triunfar. Digamos que lo complicado es ganar tus primeros tres mil euros, una vez logrado se suelen abrir las puertas de más arriba. Pero escribir es siempre hermoso, aunque nos cueste dinero.

Consejos para escribir un diario personal, laboral o de viajes

Escribir un diario, sea personal o de cualquier otro tipo, es una tarea lenta y muchas veces en sus caminos y tiempos de escritura, surgen deseos de abandonarlo. Es lo lógico y normal, se avisa ya, para que no pensemos que nuestro caso es poco habitual. Pero mi consejo es que no abandones.

Pero siempre lo importante es no tirarlo al cajón del olvido, y dejar que pasen los días en blanco, si no nos apetece escribir nada. Es muy posible que transcurridos unos días vuelvas a retomar la actividad.

El diario personal no se trata de una obligación, aunque sería mejor que así fuera; se trata de un deseo, de una necesidad incluso.

Dicen que mientras estemos en el recuerdo de alguien, no habremos muerto del todo. Así que nada mejor para intentarlo que dejar algo nuestro para el “después”. 

Sea una obra de arte, sea una obra literaria, sea un diario personal o de intenciones, sean unos vídeos, sean unos recuerdos. Siempre tendremos a alguien que vendrá detrás y sentirá curiosidad por saber algo más de nosotros. 

¿Cuándo pagaría yo por tener unos diarios de mis abuelos?, ¿cuándo por tener un diario de mi padre en sus tres años de guerraNada es desdeñable, aunque creamos que no está bien escrito. 

El sentimiento y la información puede ser vital para darle sentido, para que quien lo lea entienda mejor que nadie cómo se ha forzado el diario personal que tiene en sus manos, qué sentido tiene en la actualidad, para qué sirve en el hoy, cómo modela la figura de quien lo ha escrito con los años ya pasados y los acontecimientos vistos desde otra óptica.

Recuerda que escribir un diario es plasmar el momento, los sentimientos, las sensaciones. 

Habrá días bueno y malos y esto se tiene que notar en los escritos. Habrá días vacíos y otros en los que se nos llenarán las hojas o líneas sin pensar. 

Y sobre todo habrá textos escritos pero también situaciones no contadas, con la decisión de que no formen parte de nuestro diario. 

Tan importante puede ser dejar escrito algo como saber seleccionar y no escribir sobre otros aspectos. Un diario personal puede ser total o parcial, es nuestra decisión.

En este mismo blog encontrarás varias entradas más sobre diarios personales o escritura personal.

Los Hermanos Marx Groucho y Chico y la radio en 1932 y 1933


Hay libros curiosos, hay libros de autores curiosos. Este de los Hermanos Marx Groucho y Chico está impreso en España en el año 1989 y muestra textos de un serial radiofónico de los años 30 de siglo XX. 

El primero de esos programas se hizo el 28 de noviembre de 1932, surrealismo puro y literario que era poco entendido por el público en general pues los diálogos incluso hoy parecen de besugos.

Los primeros 12 programas se emitieron desde New York, y a partir del 13 se fueron a la Costa Oeste, al calorcito de Los Ángeles. Era un programa semanal de media hora a las 7 de la tarde y aquello influyó en las audiencias pues ea una hora no muy acertada. El 22 de mayo de 1933 dejó de emitirse tras 22 emisiones, y este libro recoge aquellos diálogos y guiones de hace casi un siglo.

Interpretaban a un abogado llamado W. T. Flywheel y a sus ayudante Emmanuel Ravelli, y sus diálogos han quedado en este libro que como poco es curioso y raro.


21.1.25

Cinco Humoristas de Hoy. Libro de humor


Editado en el año 1974 en edición especial para la CAI, Caja de Ahorros de la Inmaculada, una entidad bancaria aragonesa ya desaparecida, este libro nos mostraba los ejemplos del trabajo de cinco humoristas de periódico, a cual mejor en aquellos años.

Mostraba en un tamaño A4 el trabajo de Cesc, Perich, Chumy Chumez, Forges y Summers. En un número aproximado a las 300 páginas iban desfilando humores pero sobre todo críticas al momento desde el punto de vista de lo permitido pues todavía existía censura.

9.1.25

En Cejunta y Gamud; un libro de arte literario surrealista

Ayer mismo me leí este libro de un tirón, algo en mi sumamente curioso y extraño. Y sí, esta es la portada, aunque no lo parezca. En mi edición no figura título ni autores, que hay que buscarlos dentro. Podría ser que tuviera sobrecubierta y que en mi caso haya desaparecido. No lo sé. Está encuadernado en tapa dura.

Se titula "En Cejunta y Gamud" de Antonio Fernández Molina y dibujos de Alejandro Magallanes. De la Editorial Media Vida.

Un lujo. Un encuentro con el surrealismo literario que me encantó.

Publicado por primera vez en el año 1969, la edición que tengo es de 2006. Uno de esos libros que hay que conservar, guardar y leer varias veces simplemente por nada, que es lo más fabuloso que nos puede pasar. Hacer algo por nada, por que sí, por que apetece perderse. 

No sé bien cómo llegó a mis manos, aunque tengo algunas pistas sin concretar. De las dos opciones más seguras, ambas, son fabulosas. Un buen libro, posiblemente complicado de encontrar. Un libro que incluso merece la pena como obra de arte para enmarcar.

6.1.25

La cabeza y la decisiones que pesan y hay que resetear


A veces la cabeza nos pesa internamente, y es que la tenemos llena. Nuestro disco duro necesita ser reparado de vez en cuando, necesita un reset, una puesta a punto. De vez en cuando hay que realizarle algunas labores de mantenimiento.

Necesitamos vaciar la caché mental, tirar a la papelera algunos documentos, parte de nuestra memoria, algunos recuerdos que ya no sirves, odios que se han quedado obsoletos, manías que ya no hacen más que ocuparnos espacio y obligarnos a pesar.

Tenemos diversas maneras de limpiar nuestro ordenador cerebral. Sin duda dejarlo apagado unos días, es imprescindible. Pero además hay que conseguir que esos días sean bien aprovechados, y aquí es donde tenemos que poner en práctica algunas medidas imprescindibles.

Todos necesitamos tener todos los días un poco de tiempo propio, un espacio temporal que solo nos pertenezca a nosotros. 

Fijaros que incluso la tontería del tiempo que pasamos en el servicio, eso que llamamos WC, si lo sabemos aprovechar, es suficiente para desatascar. Debemos tener un rincón propio, esto es fundamental para seguir vivos de verdad.

Pero de vez en cuando hay que hacer labores más profundas.

Necesitamos borrar el efecto memoria y cambiar de aires, de personas durante unos días, de lugares durante un pequeño tiempo. Es suficiente incluso para notar la falta de lo que se tiene y que no se valora. 

Nada hay que ponga más en valor nuestra propia vida, que no disponer de ella durante unos días.

Nuestra vida está llena de colores, sabores, olores que no notamos, pero que si desaparecen unos días, si que se nota su falta y sobre todo su recuperación.

Separarnos unos días de nuestra propia vida sirve además para darnos cuenta de que hay otras vidas, de que podemos elegir quedarnos o marcharnos, de que seguimos vivos y con libertad y no atados a una sola vida.

Elegir seguir, es algo que nos da valor, si es algo que realmente es seleccionado, de entre diversas opciones.

Y si no tiene distintas posibilidades, debes buscarlas, aunque solo sea para saber que existen y que si quieres, puedes.

¿Y si internet fuera mentira y no hubiera nadie leyendo?


Parece increíble que algo tan fundamental para gran parte de la civilización occidental actual, sin duda para la religión que siguen unos 2.300 millones de personas en todo el mundo como es el Cristianismo, se base en una serie de creencias que no se pueden sustentar en hechos, en datos fiables, en realidades comprobables deja en el aire las dudas, casi los temores a que todo pueda ser o un engaño o un crecimiento aumentativo para mantener un gran negocio. 

La vida muchas veces es eso, simplemente necesidad de tener fe en las cosas en las que crees.

Estos días me sucede algo personal pero increíble también. Llevo 19 años escribiendo en blog. En estos años todo se ha ido transformando en la sociedad de todo tipo y pelaje. También en el mundo de internet y en el de los medios de comunicación.

Y ahora me encuentro con que nadie es capaz de aclararme por qué mis visitas llegan desde Singapur, de Israel, de Irán o los EEUU, y no vengan ni de España ni de casi ningún país de habla hispana. Una curiosidad que me lleva al mundo de las mentiras. 

O sigo teniendo fe o dejo de tenerla. No hay término medio.

O son todo máquinas que rebotan posibles lectores imaginarios, o son máquinas que simplemente espían y no hay lectores reales más que en un número tan residual que no merece la pena ni contemplarlo, o estoy yo idiota, que sin duda sea cualquiera de todas ellas la verdad, lo cierto es que sí, soy idiota.

Me gusta sacar mis mierdas de la cabeza a base de escribirlas. Tener lectores podría ser lo de menos. Pro joder, que el manos lo adviertan con claridad. Mirar, no me/nos lee nadie, es todo mentira, jugar si os apetece, pero no hay más sustancia dentro.