La frase "Las creencias peregrinan por las formas" es una expresión poética y casi filosófica que sugiere que las creencias no son estáticas, sino que se mueven y se adaptan a través de diferentes manifestaciones y contextos.
La frase implica que las creencias no están confinadas a una sola forma, sino que son fluidas y pueden manifestarse de múltiples maneras a lo largo del tiempo y en diferentes culturas. Es una metáfora que quiere destacar lo adaptable que son las creencias, así como su capacidad para influir y ser influenciadas por las diversas formas en que se manifiestan.