24.2.25

Un libro y un viaje comienzan igual


Con un favor en una librería me entregaron además del libro comprado, esta tarjeta con ese texto que vemos arriba. No puede haber más que agradecimiento, por el trabajo bien hecho de una profesional de la Cultura de la que no conocía nada más que su amabilidad en ese momento. Pero vayamos a la frase.

Un libro es ponerte a viajar. Al presente, al pasado o vete a saber a dónde. Es viajar de la mano de otra persona, acompañado de la imaginación de un escritor que se inventa vidas para hacerte disfrutar.

Un libro es su vida, la del escritor, que te la regala para que la disfrutes. Sí, sí, hay que pagarlo, ya solo faltaría que fuera gratis. Hay que pagarlo. Pero estás pagando la imaginación de otra persona.

Te entrega sus experiencias o se las inventa. Pero incluso en ese caso, son sus experiencias aunque no se noten mucho. Y te las da empaquetadas, limpias y ordenadas, montadas para que te lleven en volandas hasta el final.

Un libro es un paquete cerrado, hecho para que lo vayan abriendo página a página. Poco a poco y en el orden que el imaginativo escritor ha decidido. Es como una obra musical a la que tu le pones el tono y la cadencia. 

Incluso tienes la opción de recrear paisajes y personajes a tu gusto, pues el buen escritor solo esboza, explica en corto o en largo, pero dejando una parte a la imaginación de cada lector.

Mezclamos pues, la imaginación del escritor con la del lector. Por eso no hay un libro, sino varios libros dentro de cada libro. El Quijote que leíste de niño no sabe igual al Quijote si lo volvieras a leer hoy. Incluso sus personajes no serían iguales y eso que ya estamos muy mediatizados por lo visto en imágenes. 

La lectura es un lujo vital. Nos permite volar sin saber alzarnos del suelo.