El genial Forges, en su juventud trabajando en el diario Informaciones, también mostraba ya su particular forma de escribir titulares y crónica social cuando la dictadura no había terminado todavía.
Algunos vivimos aquellos años en los que tres hablando juntos en la calle, era formar grupos prohibidos y venía la policía a preguntarte qué hacías.
Si además llevabas barba, ya tenían dudas todos.