30.1.14

No siempre los acontecidos tienen cara de sufrimiento

Me encontré hoy con la palabra "acontecidos", una de esas palabras un poco escondidas en nuestro uso. 
Tenía la cara acontecida, como triste, ojerosa y melancólica. 
Un acontecido es a quien le acontecen sucesos, cosas, situaciones. Acontecer es suceder. No siempre sufrir. Pero como estamos acostumbrados a que cuando nos suceden cosas, muchas de ellas son negativas, cuando decimos que está acontecido pensamos en que está triste. De hecho una persona con cara acontecida es una persona afligida según el RAE.
En los últimos años casi todos ponemos cara de afligidos, de acontecidos aunque no tengamos motivo. Debe ser para disfrazarnos de sociedad actual. Pero ser pesimistas es negativo y no ayuda a salir de esta. Para vencer hay que estar convencido de que serás capaz, y para la capacidad se necesita autoestima.

27.1.14

¡Solo está derrotado quien deja de soñar!

¡Sólo está derrotado quien deja de soñar!
No te dejes derrotar por las circunstancias que siempre son temporales. Son duras, muy duras, pero temporales en tu vida. Todo viene y todo se va. Soporta el empuje negativo, revierte las malas sombras y siguen soñando. Serás capaz de salir de tus problemas y no lograrán derrotarte, si estás convencido de tu propia fuerza.

23.1.14

La personalidad de cada ciudad tiene espíritu propio

Las ciudades están llenas de calles. ¿Se había dado cuenta de ello? Pues cada una de ellas es una vida, pero todas ellas más que las vidas de sus habitantes actuales. Son las contenedoras de la historia de todos sus fieles visitantes, de los que están o de los que se fueron, de los que visitan o de los que pisan y se van.
El espíritu de la ciudad supera a la suma de sus calles más sus personas. Es algo propio de cada ciudad. El espíritu de cada una de ellas es totalmente distinto al de otra ciudad aunque sea vecina; a poco que observemos sus calles, donde se esconde y cobija, encontraremos las personalidad de cada ciudad. Solo debemos descubrirla.

17.1.14

España es una caja de cerillas. Tonto el que sople aire caliente

Gamonal era un barrio de Burgos que en el año 2014 era una cerilla encendida en esas semanas de inicio del año. 

Pero estamos siempre rodeados de fósforos, de cerillas dispuestas a prender con poco que las frotemos, pues ya están muy calientes. 

¡Tonto el que los encienda!

Cuidado con rascar las heridas.

Viñeta de "Malagón"

16.1.14

Nos pueden engañar incluso con los precios caros

Somos unos benditos con lo que nos ofrece la sociedad que nos rodea y pocas veces analizamos con calma todo. Damos por hecho todo dejándonos manipular con facilidad. Si vemos unos zapatos de 500 euros ya suponemos con toda seguridad que son de piel, realizados en España o Italia, de diseño y originales, de gran calidad y sobre todo muy cómodos.

Pueden parecer unos zapatos raídos, incluso usados, pero ni nos lo planteamos pues solo vemos el precio y la tienda, el envoltorio. Son caros y eso ya supone dejar de pensar en algunas otras posibilidades. Incluso el zapato de 510 euros da la sensación de estar descosido, pero no, pensamos que seguro que es por su diseño. Para eso es caro. Sin duda son unos botines que valen lo que piden por ellos, pero sin duda también al ver el precio ya suponemos que son excelentes.

¿Qué precio te estás poniendo tú ante tu propia vida? ¿qué precio quieres poner a tu trabajo? ¿te valoras lo que vales o intentas pedir menos precio pensando que así serás más valorado.

La imagen no tiene manipulación, está sacada de un escaparate de Barcelona, de enero del año 2014.

15.1.14

En memoria de Juan Gelman, un poeta menos

Límites

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí la sed,
hasta aquí el agua?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el aire,
hasta aquí el fuego?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el amor,
hasta aquí el odio?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el hombre,
hasta aquí no?

Sólo la esperanza tiene las rodillas nítidas.
Sangran.

12.1.14

Las divisiones cerebrales funcionan si tendemos puentes

En nuestra complejidad mental vamos edificando nuestra particular forma de ser. Todos tenemos dos vidas dentro de nuestro cerebro aunque no lo parezca desde fuera. La vida profesional y la vida familiar. La vida laboral y de trabajo del tipo que sea y la vida de placer, gozo u ocio. Pero ni la división está perfectamente delimitada ni en cada persona ocupa el mismo espacio cada una de las dos divisiones. Todos somos perfectamente diferentes.

Pero lo importante es que tengamos siempre suficientes puntos de unión, de puentes entra ambas formas de entender y vivir la propia vida. Puentes que nos faciliten el paso de un estado mental al otro con facilidad. Puentes para poder cambiarnos de posición sin dolor ni traumas. Los vamos a tener que utilizar varias veces cada día y si no los tenemos bien colocados en nuestro cerebro, nos fallará alguna de nuestras maneras de comportamiento social.

Lo malo no es que nuestro cerebro solo esté (casi) ocupado en su totalidad por una de las dos formas de entender la vida. Lo malo es que no tengamos suficientes puentes para ir cambiando de lugar, pues todos necesitamos tener ambas posiciones, a ser posible bien repartidas ocupando un parecido espacio mental.

11.1.14

Los sonidos de la Catedral del Mar son enormes silencios

La Catedral del Mar de Barcelona no se puede explicar ni en 800 páginas. Es un lujo solo al alcance de los que van hasta ella y entran a escucharla. A escuchar su silencio, se entiende, el sonido de las piedras quietas. Su iluminación es ejemplar. Muy justa, selecta, elegida. Es una iluminación negra, oscura, escasa. Es penetrar en los siglos y obligarte a pensar.

10.1.14

La formación siempre es elitista. Súbete a la educación y ascenderás

En el comedor hotelino del desayuno buffet nos hemos juntado con 20 niños de unos 12 años, estudiantes de un país pobre y lejano. Iban con 4 profesores jóvenes y una institutriz cincuentona que era quien los dirigía en el salón. 

La formación es siempre elitista. Por eso es fundamental que pueda alcancar al mayor número de capas sociales. En España también se quedan fuera grupos que aunque disimulados no pueden acceder a la misma formación aunque si lo hagan a los mismos colegios. Pero olvidémonos ahora de España.

 El caso es que dentro de 20 años, en este país lejano volverán a mandar los mismos grupos sociales pues son los que ya de niños se forman bien y en calidad. Conocen, amplían, viajan, intercambian, comparan. El resto de niños, la inmensa mayoría, nunca podrán saber lo mismo y por ello nunca se podrán defender igual. Nunca sabrán comparar.

La formación es sobre todo libertad, es acceso a la felicidad y a la riqueza, es la entrada al cambio. Por esto los que ya están asentados no quieren que haya formación por igual para todos, pues ellos no necesitan el cambio.

7.1.14

Mucha más educación pero con menos embudos

Nos educan por un embudo y tan malo es que nos eduquen como si fuéramos botellas vacías que hay que llenar con el mismo ingrediente a todos, como que nos metan las religiones o cualquier otra materia sin posibilidad de ser “diferente” a lo establecido. 

Los niños están abiertos a aprender, pero no a ser adoctrinados con la calma, las enseñanzas regladas repetitivas y de memoria, con la grisura de un “todos igual”.

La imaginación de cada niño no debe matarse a golpe de embudo pues los embudos son controlados por el demonio que adora controlar toda la sociedad.

Hay excelentes profesores que saben conservar en cada niño la frescura de su creatividad, que los miman como futuros creadores de soluciones, de ideas, de proyectos, de reflexiones, de revoluciones. Esos son los maestros que deben prevalecer al mando de una labor importantísima para toda sociedad.

6.1.14

¿Para qué se utiliza el miedo? ¿Quieres tener miedo?

El miedo se utiliza para controlarnos, para dominar nuestros pensamientos y acciones, para tenernos pillados y es el poder de hacer crecer el miedo, el que produce el miedo. 

El miedo es un arma de guerra, una tortura psicológica, una forma de dominarnos para tener más poder.

¿Quieres tener miedo? 

¿Te vas a dejar dominar por el miedo provocado por otros?

Hay que tener miedo de nuestro propio miedo.